A medida que avanzan los tiempos, podemos apreciar como la actividad física y los estilos saludables de vida van cobrando mayor importancia en la calidad de vida de los trabajadores de las diversas empresas, sin embargo, lamentablemente hemos tenido que llegar a alarmantes cifras como por ejemplo las entregadas por la Organización Mundial de la Salud junto a la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) donde por medio de sus últimas estadísticas señalan que el 32,8 de las mujeres mayores de 18 años tiene obesidad o sobrepeso, cifra con la que se lidera en Sudamérica, llegando en el caso de los hombres al 24,8 %. Por otro lado, de acuerdo al Informe Anual de Estadísticas de la Superintendencia de Seguridad Social del año 2016, las enfermedades profesionales aumentaron un 17 % con respecto al año anterior. De la gran cantidad de enfermedades profesionales indicadas por las estadísticas anteriormente señaladas el 53 % corresponden a diagnósticos de salud mental y el 27 % a enfermedades de tipo musculo esquelético, y es que: el sedentarismo, el estrés, la mala alimentación, los movimientos repetitivos realizados en forma incorrecta y las malas posturas fácilmente derivan en ello.

El envejecimiento natural de los trabajadores en las condiciones mencionadas aceleran la pérdida de la capacidad funcional de éstos, y aumenta el riesgo de presencia de enfermedades crónicas no transmisibles y riesgo de trastornos músculo esqueléticos, situación que eleva los riesgos del trabajador a nivel personal y laboral, y que va en desmedro de la productividad de la empresa en la cual trabaja.

Con el solo hecho de hacernos la idea respecto a la gran cantidad de enfermedades laborales que puede traer consigo el sedentarismo y el mal cuidado de la salud integral de la persona, podemos observar que claramente ello se convierte en una constante amenaza para las pretensiones de rentabilidad de cualquier empresa. Es así como muchas de ellas han tenido que enfrentar esta situación, y por lo mismo han comprendido la necesidad de contar con Planes de Vida Saludable en el Trabajo.

Como la problemática en cuestión ha sido a nivel país, hoy en día el Ministerio de Salud tiene como preocupación primordial velar porque todas las actividades laborales se realicen sin deterioro para la calidad de vida de las personas y se conviertan en un pilar fundamental para su desarrollo. Es por esta razón que distintos protocolos de vigilancia en salud regulan estrictamente las condiciones en que se desempeña el personal de las distintas empresas.

Para el empresariado es fundamental poder cumplir con todas las exigencias legales que regulan las condiciones de salud ocupacional de sus trabajadores, y es en este sentido donde se hace muy necesaria la planificación de óptimos Planes de Vida Saludable, los que más allá de ser un aporte al cumplimiento de dichas exigencias se traducen en un tremendo apoyo a la gestión de las áreas de Recursos Humanos y Salud y Seguridad de las empresas, justificando con ello completamente la inversión.

El contar con Planes de Vida Saludable en el Trabajo que se centren en la prevención de  las amenazas que traen las actuales conductas de vida de nuestra población, colabora directamente en el logro de tener trabajadores más agradados, motivados, sanos, y de mayor fuerza laboral. Es por ello, que el contar con Planes de Vida Saludable es sin duda alguna una rentable inversión empresarial.

Cada día son más las empresas con visión de futuro comprenden que la sustentabilidad de su recurso humano requiere del cuidado de la persona en forma integral, es decir, en cuerpo y mente,  y   por lo mismo han incorporado diversas actividades relacionadas a ello, lo que permite el logro de este fin.

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