Actualmente, la actividad física ha adquirido protagonismo en el ámbito laboral como medio de mejoramiento de la calidad de vida y prevención de enfermedades asociadas a la inactividad física y el sedentarismo, y es que la actividad física regulada y bien dirigida es un  pilar fundamental para las áreas de Salud y Seguridad de las empresas.

El aumento de la demanda en el sector de la construcción (viviendas, conjuntos residenciales, etc.) genera una mayor oferta de trabajo y con ello aumenta por tanto el número de trabajadores en la actividad. Por tal razón, se hace imprescindible que  las empresas constructoras cuenten con mecanismos preventivos y correctivos asociados a temáticas como los Trastornos Músculo-Esqueléticos Relacionados al Trabajo (TMERT), Ergonomía y bienestar físico y mental en general de los trabajadores.

Con el objetivo de colaborar en la salud laboral del Capital Humano de las empresas, el presente artículo pretende generar conciencia de la importancia de contar con herramientas como “Calentamientos Físicos Pre-Laborales”, actividad que junto a un correcto plan de acción y una orientación profesional especializada puede contribuir en la prevención de accidentes y/o enfermedades relacionadas al trabajo del sector de la Construcción, esencial para las empresas en que sus trabajadores utilizan su cuerpo como herramienta principal en las labores cotidianas.

Los inicios de jornada en la actividad de la construcción se encuentran generalmente acompañados de condiciones climáticas desfavorables (principalmente frío) y cuerpos con poca preparación muscular para realizar las actividades comunes de carga, movilización y esfuerzo entre otras.

Se estima que es necesario un calentamiento de al menos 10 a 15 minutos previo a la ejecución de cualquier actividad física exigente, que permita al cuerpo entrar en un estado de pre actividad y asimilación de los cambios de ritmo que desde el primer minuto deberá ejecutar el trabajador. La situación más común que ocurre en las diversas faenas constructoras es que el personal que se someterá a grandes esfuerzos, se incorpora de inmediato a sus actividades planificadas sin considerar las medidas preventivas de su puesto de trabajo. Esto los expone al riesgo de sufrir lesiones o accidentes de tipo muscular y articular debido a que sus cuerpos responderán en forma más lenta y menos coordinada que si ya hubiesen entrado en calor. Tal cual lo dice el concepto “Calentamiento Físico”, permite “calentar” la musculatura corporal en forma gradual para de esta forma preparar y adaptar el cuerpo para un esfuerzo mayor y evitar lesiones o accidentes ocasionados por la ejecución de movimientos o esfuerzos corporales con el cuerpo en frío como pudieran ser los ocasionados por exponer: al corazón a repentinos cambios de ritmo, a las articulaciones a realizar movimientos bruscos sin una adecuada lubricación o a la ejecución de estiramientos de grupos musculares propios de la actividad sin la previa elongación de estos, lo que puede derivar fácilmente en desgarros musculares, esguinces, torceduras y calambres musculares.

Más aún, generando una exposición inconsciente a lo largo del tiempo, puede existir una directa relación con accidentes o incidentes laborales asociados a la caída de materiales, movimientos mal ejecutados o fatigación muscular.

Finalmente, estos impactos solo son visibles una vez que ocurre el accidente, generando la condición de tiempo perdido, la necesidad de considerar licencias médicas para una correcta recuperación del personal y por supuesto la disminución en la productividad general de la obra. En el trabajador, es más común percibirlo a lo largo del tiempo en que han trabajado en una obra de construcción. Se comienzan a sentir dolores periódicos, fatiga que antes no existía para realizar las mismas actividades, reducción en la agilidad de los movimientos y la incitación del organismo a producir errores kinésicos al momento de ejecutar movimientos con dificultad, pudiendo generar un accidente que puede tener consecuencias, leves o muy graves.

Si pensamos en las típicas tareas que debe realizar un trabajador de la construcción como lo son: subir escaleras, martillar, remover escombros, cargar y descargar material, cavar zanjas, rellenar excavaciones, compactar tierra, etc., podemos advertir que ésta persona realiza esfuerzos físicos similares a los que realiza la persona que  se somete a una práctica deportiva exigente, es decir en su actividad también realiza movimientos que implican cambios de ritmo cardiaco, fuerza, resistencia, agilidad y flexibilidad corporal, es por ello, que en estos casos la realización de un “Calentamiento Físico Pre-Laboral” antes del inicio de cada jornada, debe entenderse como una “actividad primordial en el inicio de jornadas seguras en el trabajo”.

Es por esto y mucho más que la realización de un Calentamiento Físico Pre-Laboral bien dirigido por profesionales que logren detectar las variables críticas y crear un plan de trabajo focalizado con actividades y ejercicios en tiempos reducidos compatibles con las actividades laborales pueden representar un gran aporte para la salud de los trabajadores y la industria en general de la construcción previniendo enfermedades asociadas a Trastornos Músculo esqueléticos y accidentes laborales.

X