Me dirijo a Ud. para compartir con los lectores de El Día algunas reflexiones que nos dejan los 104 años de Renán Fuentealba y su testimonio de servicio público inspirado en el principio del bien común y en el espíritu y letra de la Enseñanza Social de la Iglesia.Hago este ejercicio a partir del rol que como Seremi de Gobierno  me correspondió ejercer durante los tres períodos presidenciales en los que Renán Fuentealba actuó como  Intendente Regional, y con una visión de futuro que recoge  el concepto de ciudadanía de la Antigua Grecia que aún  sigue vigente en este convulsionado y prometedor siglo XXI que nos ha tocado vivir.Son sólo dos reflexiones que me parecen atingentes al momento actual que vive el país y la región.La primera es sobre el aporte de Fuentealba al país, a nuestro sistema político y a nuestra región. Su aporte se puede sintetizar en los siguientes conceptos: Testimonio de amor al prójimo; en este sentido, siempre actuó en su vida pública y privada relevando el bien de los demás por encima del bien propio. – Liderazgo efectivo; siempre con un actuar  mostrando caminos para superar los desafíos – Escucha efectiva; disposición a que los demás se expresen  para ser escuchados y para incorporar la visión de ellos a las decisiones finales – Trabajo de equipo; recabando siempre la visión y opinión de sus colaboradores para incorporarlas en las decisiones finales –  Humildad; no buscar el protagonismo falso y superficial, sino que asumir que el aporte que se hace a la sociedad es una obligación ciudadana para hacer un mundo mejor – Sentido del humor; buscando la generación de espacios amigables para construir acuerdos de beneficio para todas las partes.El aporte de Fuentealba, facilitó a su vez el aporte muy diverso de quienes colaboramos con él y que aprendimos que el servicio público es una oportunidad acotada en el tiempo que se nutre de competencias diversas, pero sabiamente articuladas por el líder, que exige, de quienes son actores de este trabajo de equipo, una vez terminada la misión, volver al rol de ciudadano común sin esperar protagonismo o reconocimientos espúreos. Por ello menciono las contribuciones de Omar Elorza, Carlos Yusta, Reinaldo Villalobos, que ya han partido de este mundo, y  las  de todos (as) quienes aún seguimos aportando desde la diversidad de nuestros roles a hacer de Chile y la región un mundo mejor.La segunda reflexión, se refiere a mi reconocimiento a Diario El Día del domingo que manifiesta en su columna editorial que Fuentealba fue la expresión de “la mejor época política de la Región de Coquimbo”. Esta afirmación deja en evidencia cómo un Diario regional cumple la misión de aportar a la memoria histórica y de reflejar, sin duda, el sentir mayoritario de nuestra ciudadanía. Lo anterior adquiere un mayor valor, cuando ese Diario manifiesta dicho juicio en el tiempo en que su Director es el continuador de la obra periodística de su abuelo, Antonio Puga, que a la fecha en que Fuentealba fue Intendente Regional era el Director de El Día.  Estos son las contribuciones que la historia nos aporta.

Luis MoncayoEx seremi de Gobierno

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